La ansiedad que sientes no tiene que ser un estado permanente, de hecho, es posible curarse más rápido de lo que imaginas una vez que sabes lo que está sucediendo. Precisamente muchas personas se quedan atrapadas en ese estado de miedo, casi indefinidamente, porque no saben que la recuperación consiste en no hacer nada para liberarse de esa ansiedad.

Ya sé que es difícil creer que no tienes que hacer nada para liberarte de todos esos síntomas tan desagradables que tienes. Yo tampoco lo entendí en su momento…hasta que lo entendí.

La ansiedad en si misma, es un llamado de alerta de que hay algo en tu vida que necesita cambiar, esto puede ser algo tangible, como sacar personas tóxicas de tu entorno cercano, cambiar de trabajo, de casa, etc., hasta algo más intangible, como cambiar la manera en que te relacionas contigo mismo y con los demás. Pero generalmente hay que detenerse a mirar los hábitos de vida que llevamos, de quienes nos rodeamos, y como nos relacionamos con nuestros pensamientos.

En su libro “At Last a Life and Beyond”, Paul David, un autor que sufrió durante muchos años de ansiedad, y que ahora se dedica a ayudar a otras personas a liberarse de ella, expresa:

“A veces las personas pueden quedarse atrapadas por años, porque los síntomas de la ansiedad generan más ansiedad, y al no saber que esto esta sucediendo, no pueden romper este ciclo, y entonces la persona cae en un bucle de generarse más síntomas producto de los síntomas, y así la ansiedad se retroalimenta”

La pregunta que me repiten siempre los clientes que vienen a verme para tratar el tema de la ansiedad es: ¿qué tengo que hacer para salir de esto?

La respuesta que les doy al principio les es muy desconcertante: “no tienes que hacer nada”.

No tienes que hacer nada, porque la presión por ese “hacer” es la que te genera una lucha interna que te provoca más ansiedad: “estoy así, no quiero estar así, y lucho contra mi mismo”. En cambio, si te sientes nervioso, triste, frustrado, etc., y aceptas que estás así, no estás añadiendo más leña al fuego, no añades otra capa de malestar al como te sientes ya.

Vamos a poner de ejemplo dos comportamientos de personas con ansiedad:

Caso 1: Comportamiento de una persona que no ha entendido como se alimenta la ansiedad.

Estoy nervioso por una situación X, o tal vez, ni siquiera se porque me siento así de mal. Me pongo a pensar obsesivamente en que estoy nervioso, mi mente se pone a buscar soluciones para salir de ese estado, al ver que sigo nervioso y ansioso, me pongo más ansioso, entonces me empieza a doler la cabeza, me late más de prisa el corazón, me asusto. Termino frustrado, más nervioso, y más ansioso.

Caso 2: Comportamiento de una persona, que ha entendido, como se alimenta la ansiedad, y ha parado de retroalimentarla.

Estoy muy nerviosa, veo como mi mente quiere buscar soluciones para sacarme de ese estado, pero no le hago caso a esos pensamientos, no alimento esos pensamientos, sigo mi día lo mejor que pueda intentando centrarme en las actividades diarias e ignoro los síntomas físicos (que ya se que están provocados por la ansiedad en si). Poco a poco esa energía ansiosa se va diluyendo, porque no la estoy alimentando con más pensamientos, que me generen conflictos ni miedos, y terminaré sintiéndome mejor.

La ayuda de un Coach frente a un estado sostenido ansioso, que no se sabe gestionar esa persona que sufre la ansiedad, puede ser crucial para superarla, y crucial es también hacerle entender al cliente que la ansiedad – y la depresión que a veces la acompaña- no son señales de debilidad, son condiciones que afectan a un gran número de personas en mayor o menos medida. Según las estadísticas, España dedica el 2% de su PIB precisamente a temas relacionados con la ansiedad.

La ansiedad es un estado sostenido de miedo a que puedan suceder eventos negativos, y aunque la posibilidad de la manifestación de dichos eventos sea baja y hasta nula, la ansiedad hace que la persona que la sufre viva en un estado de alerta innecesario, por un periodo de tiempo prolongado, y a veces hasta permanente. En este estado algunos problemas a nivel mental que pueden presentarse son:

  • Dificultad para enfocarse en actividades.
  • Imposibilidad de estar tranquilos.
  • Sensación interna de salir corriendo
  • Problemas para dormir.
  • Pensamientos obsesivos sobre lo que sea: desde que nuestra pareja nos va a dejar, que nos van a echar del trabajo, que nos vamos a volver locos, o que vamos a enfermar y a morir.

La ansiedad es muy incómoda, y además de caer en un bucle de pensamientos destructivos, genera numerosos síntomas físicos como:

  • Dolores de cabeza
  • Mareos
  • Diarreas
  • Problemas en la vista (ver las cosas borrosas)
  • Sudoraciones
  • Palpitaciones – al punto de pensar que estamos teniendo un infarto y esto acentúa la idea de que estamos en peligro y por tanto mas ansiedad
  • Ataques de pánico

La ansiedad suele ser una enfermedad muy solitaria, muchas personas la padecen en silencio porque piensan que no está bien sentirse así, y además cuando comparten el como se sienten, la gente muchas veces les dice que lo que tienen que hacer es salir y divertirse, u ocuparse con actividades, cuando la verdad es, que justo cuando peor te sientes eres incapaz de rodearte de gente, mucho menos de divertirte o centrarte en hacer una actividad que requiera un esfuerzo mínimo de concentración.

Un coach, en mi experiencia, debe explicarle al cliente ese ciclo de bucle que mencioné anteriormente, ya que la recuperación suele acelerarse, incluso comenzar, cuando la persona afectada entiende, que la ansiedad por querer salir de la ansiedad, es la principal causa del sufrimiento, ya que los síntomas que la acompañan son muy incómodos e inevitables, pero el sufrimiento si es opcional, y se evita aceptando el como se está, y no haciendo nada al respecto. Solo hay que dejarse sentir y no luchar. ¡La lucha no genera paz!

Mi objetivo en mis sesiones es hacerte ver, que no hay curas milagrosas, y siempre está al alcance de tu mano porque viene de tu interior. La cura es un viaje hacia ti mismo, y cuando comienzas el viaje ya estás en ti, por tanto, estás ya en el lugar adecuado para comenzar.

Trabajo contigo para que descubras cuales son las causas que te generaron la ansiedad en primer lugar, que aprendas a no hacerle caso a los pensamientos obsesivos que tienes ahora, que aprendas nuevas formas de comportamiento frente a esos malestares, que si, son malestares muy incómodos, pero no te vas a volver loco ni te vas a morir. Créeme que te entiendo, yo estuve ahí.

A veces pensamos que sabemos que nos provocó la ansiedad en primer lugar, y puede que si, que lo sepamos, pero lo que se trata de descubrir en sesiones de coaching, es la reacción frente a ese hecho en si. Los acontecimientos son neutros, nosotros nos encargamos de ponerle las emociones.

Digamos un divorcio, para una persona puede ser desgarrador, y otra lo puede ver como una oportunidad para comenzar, a una persona le puede causar ansiedad, a otra una tristeza, que la lleva a un proceso de duelo, pero nunca a la ansiedad. Cada una lo siente y lo ve de una manera especifica debido a su mundo interior, a sus creencias, a su actitud frente a la vida, etc.

Quiero que descubras aquello que es único para ti, y que te lleva al estado de esa paz interior que quieres conseguir, y a que aprendas a dejar ir aquello que ya no te sirve.

En el “no hacer nada haciendo”: no se hace nada activamente para que desaparezcan los síntomas- que es la causa principal por la que llegan los clientes con ansiedad – lo que hago en mis sesiones de coaching es ayudarte a entender la ansiedad y el mensaje que tiene para ti, revisar que te originó la ansiedad en primer lugar, y ver que recursos tienes para caminar hacia tu paz interior.

En su libro Hands of Healing, Barbara Ann Brenan dice:

“Automáticamente intentamos no sentir el dolor de las emociones y el dolor del cuerpo físico y para ello nos generamos un sinfín de distracciones para mantener nuestro foco de atención alejado de ese dolor – trabajo, comida, etc.- y ese proceso de supresión nos lleva a caminos autodestructivos como pueden ser la droga y el alcohol, y a caer en relaciones donde podamos proyectar nuestro dolor, lo que nos lleva a más relaciones disfuncionales porque toda esa externalización, nos hace alejarnos de nosotros mismo, nos hace evitar que sintamos. No funciona y lo pagamos con nuestra vida.”

El trabajo que propongo es un protocolo de sesiones de coaching utilizando dos técnicas muy efectivas: la Técnica de Liberación Emocional (tapping) y la programación neurolingüística (PNL), para que te acerques a ti mismo, y vuelvas a tu esencia, que es la paz, el amor, y la alegría.

Para obtener información sobre el Tapping y la PNL visita el contenido en la página web.


Fuentes: